La visión es una parte fundamental del desarrollo infantil. Durante los primeros años de vida, los niños aprenden gran parte de la información a través de sus ojos, por lo que los problemas visuales en niños puede afectar su aprendizaje, coordinación y calidad de vida. Sin embargo, identificar estos problemas no siempre es sencillo, ya que los niños no suelen expresar que tienen dificultades para ver con claridad.
Por ello, es importante que los padres, profesores y profesionales de la salud sepamos reconocer los principales signos y síntomas que pueden indicar un problema visual en los niños.
1. Señales en el comportamiento diario
Los problemas visuales en niños pueden influir en la manera en que interactúan con su entorno. Si notas alguno de estos comportamientos, puede ser un indicio de que tu hijo tiene una dificultad visual, como por ejemplo miopía:
- Se acerca demasiado a la televisión, libros o pantallas.
- Entrecierra los ojos o inclina la cabeza para enfocar mejor.
- Se frota los ojos con frecuencia sin razón aparente.
- Se queja de dolores de cabeza o fatiga ocular después de leer o ver pantallas.
- Evita actividades que requieren precisión visual, como colorear o armar rompecabezas.
Experiencia personal: A lo largo de los años, en la óptica hemos notado que muchos padres no identifican estos signos a tiempo. Es común que lleguen preocupados porque sus hijos tienen dificultades en el colegio y, tras una revisión, descubrimos que el problema es visual.
2. Dificultades en el aprendizaje y en la escuela
Los problemas visuales en niños pueden hacer que experimenten dificultades en el aprendizaje sin que necesariamente presenten problemas cognitivos. Algunos signos que pueden alertar a los padres y profesores son:
- Tiene problemas para leer la pizarra desde su asiento.
- Pierde la línea al leer o señala con el dedo para no perderse.
- Comete errores frecuentes al copiar textos de la pizarra.
- Presenta falta de concentración o desinterés en la lectura.
- Escribe torcido o con mala alineación en el cuaderno.
Estos signos pueden confundirse con falta de atención o problemas de aprendizaje, pero en realidad pueden estar relacionados con una dificultad para enfocar correctamente.
3. Cambios en la coordinación y la motricidad
La visión juega un papel clave en la motricidad fina y gruesa de los niños. Los problemas visuales en niños puede manifestarse con síntomas como:
- Tropieza o choca con objetos con frecuencia.
- Tiene dificultad para atrapar pelotas u objetos en movimiento.
- Muestra torpeza al caminar o correr.
- No calcula bien las distancias, lo que le hace derramar líquidos o golpear cosas.
Estos problemas pueden estar relacionados con dificultades en la visión binocular, es decir, en la coordinación de ambos ojos para enfocar correctamente.
4. Signos físicos en los ojos
Algunos problemas visuales en niños pueden detectarse observando el aspecto de sus ojos. Algunos signos físicos que pueden indicar un problema son:
- Ojos rojos o irritados con frecuencia.
- Un ojo parece desviarse o moverse de manera diferente al otro (estrabismo o tropia).
- Lagrimeo excesivo sin causa aparente.
- Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia).
Si notas alguno de estos signos, es recomendable acudir a un especialista en salud visual para realizar una evaluación más detallada.
5. Quejas frecuentes de molestias visuales
Los niños pequeños pueden no saber expresar bien lo que sienten, pero en algunos casos pueden manifestar directamente que tienen molestias visuales. Algunas quejas comunes son:
- «Veo borroso» o «No veo bien la pizarra».
- «Me duelen los ojos» después de actividades visuales prolongadas.
- «Las letras se mueven cuando leo».
- «Veo doble» o «Me cuesta enfocar».
Si un niño expresa alguno de estos síntomas, es una clara señal de que necesita una revisión visual.
¿Cuándo acudir al optometrista?
Si tu hijo presenta uno o más de estos signos, lo mejor es acudir a un especialista para una evaluación visual completa. Lo ideal es que los niños realicen su primera revisión visual antes de los 3 años y luego de manera periódica, especialmente si hay antecedentes familiares de problemas oculares.
En nuestra óptica, hemos visto muchos casos en los que los padres detectaron el problema cuando ya estaba afectando el aprendizaje del niño. Por eso, recomendamos revisiones periódicas incluso si no hay síntomas evidentes.
Detectar los problemas visuales en niños a tiempo es fundamental para su desarrollo académico, social y emocional. Muchos signos pueden pasar desapercibidos, pero al prestar atención a su comportamiento, rendimiento escolar y síntomas físicos, es posible identificar dificultades a tiempo y corregirlas con lentes, terapia visual o el tratamiento adecuado.
Si notas alguno de estos signos en tu hijo, no dudes en acudir a un especialista en salud visual. En Aineto Mata Ópticos estamos comprometidos con la salud ocular infantil y podemos ayudarte a garantizar que tu hijo vea el mundo con claridad.